El Presidente brindó su discurso de apertura de las sesiones ordinarias en el Congreso, con una extensión de una hora y 19 minutos, con un discurso plagado de anuncios y de críticas a la gestión de Mauricio Macri.
La primera parte estuvo atravesada por el análisis de la deuda contraída por la gestión de Cambiemos y la necesidad de Justicia Social. «Hemos encontrado una situación extremadamente delicada. Recibimos un país dañado en su tejido social y productivo y con su alma herida por divisiones profundas», manifestó el Presidente al inicio de su alocución.
Atento a esta cuestión, Fernández consideró que «la primera etapa, el preámbulo de nuestro Nuevo Contrato de Ciudadanía Social, consistió y aún consiste en detener la caída de argentinos en la pobreza, tranquilizar la economía, recuperar el trabajo y recomponer los ingresos de quienes menos tienen. Por eso, deseo expresar a este Congreso mi reconocimiento por la oportuna sanción de la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva».
En este contexto, Fernández habló de «una deuda pública récord» y lanzó: «nunca más a un endeudamiento insostenible», destacando el apoyo del Papa Francisco, líderes mundiales y el propio FMI que ha señalado que la deuda argentina no es sostenible. «Esta es la hora de definir de qué lado va a estar cada uno de nosotros. Nosotros estamos del lado del pueblo», sentenció.
El Presidente anunció el comienzo de una investigación sobre «el feroz endeudamiento de Macri», revelando que el Banco Central «se encuentra analizando de modo pormenorizado la manera que el país consiguió divisas en forma de préstamos».
En medio de la polémica con el campo, que en simultáneo mantenía un corte en la Ruta 9, aseguró que el campo debe ser un protagonista importante, por eso los convocamos para dar la lucha contra el hambre”, dijo. “Los que producen y exportan deben hacer más esfuerzo porque tiene mejores condiciones en las Argentina de hoy”, sostuvo. “No ocupamos de que los productores tengan más acceso al crédito, que no los afecte el precio de los combustibles, y la compra de insumos”, destacó.
En este marco anunció que sólo aumentarán las retenciones en «1 de los 25 cultivos», en referencia a la soja.
Alberto no evitó los anuncios sobre el aborto, y prometió ocuparse de la mujer que desea tener a su hijo y de las que deciden interrumpir su embarazo. “Un Estado que cuida, debe acompañar a todas las mujeres, para que accedan plenamente al sistema de salud”, subrayó.
En ese marco, dijo que desde 1921 la Argentina penaliza la interrupción de embarazo. “Hay 100 años de jurisprudencia que da cuenta de la ineficacia del sistema penal argentina”, indicó, y denunció que la normativa actual“muchas mujeres no se encuentra incluidas”.
“El sistema ha condenado a muchas mujeres, general de menores recursos, a recurrir a abortos clandestinos poniendo en riesgo sus salud. El aborto sucede, es un hecho, y es la hipocresía lo que la tapa, y nos hace tener en un debate como este”, analizó.
Fernández anunció el envío de su propio proyecto de ley. “El Estado debe proteger a las mujeres y en el siglo XXI se debe respetar la decisión personas, de las mujeres, de disponer libremente de sus cuerpos. Por eso, dentro de los próximos 10 días presentaremos un proyecto de interrupción voluntaria del embarazo”, lanzó, y provocó que decenas de legisladores e invitados se aplaudan de pie.
Asimismo, anunció que en simultáneo “lanzaremos un contundente programa de educación sexual y prevención del embarazo no deseado”.
“Tenemos que llegar a las mujeres de nuestro país en situación de vulnerabilidad social, donde más necesitan del Estado. Embarazo, parto y primeros años de crianza. El Estado debe estar presente en el nacimiento y desarrollo de la primera infancia”, consideró, y prometió un “plan de 1.000 días para garantizar la salud de las madres y sus hijos. De este modo, estamos ampliando los derechos de las mujeres y dando protección a las que necesitan apoyo durante el embarazo”, celebró.
El discurso completo de Alberto Fernández en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso