Mientras que, como reconoció el propio Presidente Mauricio Macri este martes, la inflación anual proyectada para 2018 supera el 30%, el índice de salarios sigue perdiendo respecto de esta evolución. Según datos de Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), en los primeros meses del año se registró una reducción salarial promedio de 3,6% respecto de la inflación.
Según datos hasta el mes de mayo, durante este año, el sector privado formal tuvo aumentos de 2,5% mensual, un 10,3% en los primeros cinco meses del 2018 y un 25,4% respecto a mayo del año anterior, mientras que el sector público registrado consiguió un alza mensual del 1,6% con un acumulado durante el 2018 del 9,1% y una variación interanual del 22,2%. En el otro extremo, el sector privado informal obtuvo los menores aumentos de sueldo, con un 0,9% mensual, un acumulado de 5,2% y un porcentaje interanual de 23,3%. A principios de año, la mejoría salarial de este sector en términos interanuales era de 33,9%, por lo que se constata un fuerte derrumbe de casi diez puntos. En apenas cinco meses los sueldos no registrados perdieron 6,7 puntos porcentuales en la comparación interanual, los del sector público 2,8% puntos y los del sector privado formal 1,6%.
Durante mayo el Indec confirma que se registró la menor variación interanual de los salarios en ocho meses, con apenas un 24%, lo que implica una pérdida del salario respecto de la inflación de 2,3% ya que en el mismo período el Índice de Precios al Consumidor creció un 26,3%.
Esta dinámica de desfasaje entre salarios e inflación, con su fuerte impacto especialmente en los sectores del trabajo privado informal, se agudizarían en los próximos meses ya que según los mismos datos oficiales la inflación de junio llegó al récord de 3,7% (con un acumulado anual de 29,5%), para julio se estima en alrededor de 3% y en agosto se alcanzaría una cifra similar gracias a los aumentos de servicios públicos, combustibles y el traslado a precios de la fuerte devaluación de los últimos meses.