La comisión de Educación del Consejo Deliberante de Mar del Plata, en la que ambos funcionarios fueron citados, pero no se presentaron se resolvió avanzar con la interpelación del Secretario de Hacienda Hernán Mourelle y su par de Educación, Luis Distéfano, para que expliquen porqué se recortaron las bonificaciones que los docentes recibían desde 1989.
La decisión marco otro capítulo en la interna local, entre el intendente Carlos Arroyo y sus ex aliados, en este caso, los radicales, quien apoyaron el pedido de interpelación. «Nadie nunca podrá decir que la UCR boicoteó la educación municipal», aseguró Vilma Baragiola, quien hasta hace un año compartía gabinete con Mourelle.
Baragiola dejó la secretaría de Desarrollo Social municipal el año pasado, para dedicarse de lleno a la campaña, en la que arrasó como candidata a Concejal, obteniendo el 48,6% de los votos y dándole seis bancas en el Concejo Deliberante al oficialismo, volviéndose ahora en un fuerte dolor de cabeza para Arroyo.
El presidente de la comisión, Mario Rodríguez, remarcó que «es increíble e inaudito que se invente un conflicto cuando no lo hay» y señaló que «Mourelle y Distéfano presentaron notas para que excusarse de venir a esta reunión».
En esa misma línea, desde Unidad Ciudadana, Marina Santoro, aprovechó para pegarle al oficialismo y afirmó que «Este de relato de Cambiemos ya no va más, no hacen obras pero aumentan los cargos políticos». “Hay un embate a la clase trabajadora municipal. Se viene más ajuste contra los empleados municipales”, agregó.
No obstante, el intendente Arroyo intentó bajar las tensiones y al ser consultado por los ediles locales, aseguró siempre tuvo «buena relación con todo el mundo. A todos los concejales de todos los partidos, incluyendo Unidad Ciudadana, los he invitado a venir, a hablar cuando tengan alguna necesidad. Algunos, muy pocos han venido, y otros no vienen nunca. Es un problema de los concejales. Pero todos tienen las puertas abiertas para conversar los problemas».
A su vez, en una entrevista al portal 0223, aseguró que no le tiene a una interna con Baragiola ni tampoco con Montenegro: «Con todo respeto, aprecio la capacidad, la voluntad, la persistencia de algunos políticos, porque hay que tener mucho valor y ganas para poder hacer ciertas cosas, pero francamente a mi no preocupa en lo más mínimo. Yo he hecho mi vida afuera de la política entonces si la ciudad quiere mis servicios, yo los voy a prestar porque yo amo esta ciudad, nací acá, no soy importado de ningún lado. Y si la ciudad no lo quiere, me iré a descansar, a pescar, a hacer algo quizás más cómodo para mí pero menos retributivo porque quiero hacer cosas por Mar del Plata».