Masiva movilización de rechazo al nuevo rol de las Fuerzas Armadas

Este jueves por la tarde más de cien mil personas se manifestaron frente al Ministerio de Defensa para repudiar el decreto presidencial que habilita nuevamente a las Fuerzas Armadas para realizar tareas de seguridad interna. La convocatoria también se replicó en otras ciudades del país.

Mientras seguían llegando organizaciones sociales, políticas y gremiales a la avenida Paseo Colón, frente al edificio Libertador, desde el escenario Lita Boitano, integrante de Familiares de Detenidos y Desaparecidos, leyó el documento consensuado que planteaba: “Nos movilizamos en todo el país para decir ‘Fuerzas Armadas represivas, Nunca Más. No a la militarización de la Argentina’”. El texto fue firmado por Abuelas de Plaza de Mayo, Madres Línea Fundadora, CELS y APDH, entre otros. Más temprano, el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia también movilizó a Plaza de Mayo.

Ni el frío ni la llovizna lograron frenar la masiva movilización cuya consigna central fue “No a los milicos en las calles”. Además de los organismos de derechos humanos, estuvieron presentes representaciones gremiales de las dos CTA, de la CTEP, ATE, Juventud sindical de la CGT, camioneros, Corriente Federal y decenas de otras organizaciones.

El documento continúa planteando: “Rechazamos la decisión de Macri, Aguad y Peña de habilitar a las fuerzas armadas a intervenir en cuestiones de seguridad interior. Este gobierno implementa la miseria planificada, organiza despidos masivos, el vaciamiento de las políticas sociales, la persecución a pueblos originarios y a las y los militantes populares con presos políticos, mientras aumenta la impunidad para los genocidas, con violencia institucional, represión de la protesta social y censura a la prensa”. Y concluye denunciando que el decreto “refuerza el modelo represivo de un gobierno que representa los intereses de pocos mientras empobrece a las mayorías”. “Este plan de ajuste sólo puede imponerse con represión. El Gobierno está reeditando la teoría del enemigo interno para intentar acallar las protestas sociales y contener las crecientes movilizaciones”, remarca.

Leonardo Fossatti, nieto recuperado que habló en nombre de Abuelas de Plaza de Mayo, denunció que la decisión oficial “viola la legislación vigente, lesiona gravemente el consenso social construido tras el retorno a la democracia y el debido respeto a los derechos humanos” y recordó que las experiencias regionales de militarización para la lucha contra el narcotráfico siempre han tenido resultados negativos. “Mientras nada se dice sobre la base de la OTAN en Malvinas, no podemos desvincular la reorganización propuesta con los planes intervencionistas de los Estados Unidos en el continente, que no son sólo comunicacionales o judiciales sino también militares”, insistió.

Agustín Di Toffino, de la seccional cordobesa de Hijos, por su parte, recordó los “antecedentes alarmantes en derechos humanos” del ministro de Defensa Oscar Aguad en los años 90, cuando fue ministro del gobernador radical Ramón Mestre, cuando  “protegió y avaló que en democracia siguieran actuando policías acusados de delitos de lesa humanidad”. Y añadió: “Su menosprecio a los derechos humanos también se vio reflejado cuando compartió un palco oficial con el genocida Luciano Benjamín Menéndez. Ese mismo milico Aguad, quien al llegar al Ministerio de Defensa tomó como una de las primeras medidas el desmantelamiento del área de derechos humanos, es el mismo ministro que debe dar cuenta de dónde están los 44 tripulantes del ARA San Juan, hoy desaparecido”.

Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, cerró el acto recordando que con la doctrina de la seguridad nacional hace la dictadura intentó instalar “la idea de un enemigo interno y así desaparecieron, torturaron, violaron, encarcelaron y asesinaron a miles de compatriotas”. Y concluyó: “No es casual que el gobierno utilice en el decreto la misma terminología para referirse al accionar de los milicos en las calles. Con las banderas de los 30 mil detenidos desaparecidos, gritamos con convicción ‘Fuerzas armadas represivas’”.

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