Joanna Picetti, la octava candidata en la lista de diputados nacionales de Cambiemos para las últimas elecciones a la que se le impidió asumir su banca por denuncias de maltrato familiar, reveló en una reciente entrevista que le ofrecieron dinero y una secretaría de Estado para renunciar definitivamente a su lugar en Diputados y renunciar a los planteos judiciales en curso.
“No soy manejable ni sobornable, me han ofrecido muchas cosas para bajarme de la lista, me ofrecieron una secretaría de Estado, me ofrecieron dinero. Llamaron a mi abogado y le dijeron que había un resarcimiento económico si renunciaba a asumir”, manifestó Picetti en una entrevista televisiva con el programa Pamela a la tarde, de América. La dirigente de Cambiemos también aseguró que la denuncia por la que desde su propio partido objetaron que asumiera el cargo para el que había resultado electa, “fue sobreseída en 2013 por inexistencia de delito, no porque se archivó o faltaron pruebas”. “Fueron a buscar algo tremendo de mi historia personal, que es de mucho sufrimiento y muy dolorosa, y que se haya usado esto para hacer daño a una persona no lo voy a permitir”, añadió.
Las denuncias en su contra fueron impulsados principalmente por la diputada Elisa Carrió y la Coalición Cívica y finalmente en diciembre la jueza María Romilda Servini hizo lugar a uno de los pedidos para que no ocupe su banca. Desde entonces, Picetti se encuentra en una batalla judicial para revertir la situación. Luego de que la Cámara Nacional Electoral rechazara su apelación, interpuso un recurso extraordinario que logró que en marzo su caso llegue a la Corte Suprema, que aún debe expedirse. Al aceptar el recurso extraordinario la CNE reconoció que fueron “vulneradas las garantías de defensa en juicio y debido proceso” lo que le generó “un gravamen personal, concreto y actual”.
“No sabía que la política era tan terrible, la pasé muy mal, y decidí soportarlo porque no quiero que le pase esto a otras personas”, comentó la dirigente. Y añadió, muy crítica con el Gobierno: “Salieron a sostener a un montón de funcionarios, y a mí me aislaron. No sé por qué querían que renuncie a toda costa. Es una campaña para desprestigiar a una persona”.
Días atrás, Picetti también había hecho pública una carta al presidente Mauricio Macri en la que cuestionaba que se le haya impedido asumir su banca “con violencia y con intimidación”. En la dura misiva, denuncia la utilización del Poder Judicial “como artimaña para justificar dicha prohibición, aun cuando la Constitución en su art. 64 expresa claramente que es una función exclusiva del Congreso”.
El texto también sostiene que se “está causando perjuicio irreparable a los ciudadanos” y que el impedimento implica un “atropello a la democracia”. En cuanto a Macri, manifiesta que “un presidente tiene que estar al tanto de los hechos de gravedad que suceden en nuestra Nación, sobre todo los que van en contra de la Ley y violan Derechos Humanos y más aún cuando no se respeta la división de poderes”. Y añade: “No es mi deber entrometerme en la eficiencia de su gobierno pero sí garantizar el buen gobierno del país y hacer responsable a las instituciones que violan la Constitución Nacional, así como también a los funcionarios que incumplen la Ley, inclusive los que callan siendo cómplices de esta injusticia por omisión”.
“Yo perdono y priorizo la reconciliación con todos los funcionarios que me prejuzgaron y optaron por no escuchar la verdad, la verdad es cosa juzgada por la Justicia. Invito a mis compañeros a que abandonemos los impulsos de venganza y los miedos hacia la persona que piensa distinto o que es diferente. Reconciliémonos con nuestros enemigos. Y trabajemos en conjunto. El principio de responsabilidad democrática está por encima de los deseos de ciertos líderes y funcionarios. Y no podemos mirar para el costado cuando se violan los derechos humanos y la constitución delante de nuestras narices. ¿No es llamativa la pasividad del gobierno ante tanta injusticia y violación de derechos humanos?”, concluye la carta de Picetti.