Los vecinos continúan denunciando las dos centrales termoeléctricas impulsadas por el intendente Nicolás Ducoté; las cuales, aseguran, habrían sido autorizadas de manera irregular. Tras el levantamiento de la cautelar que impedía la instalación de las mismas, los vecinos de las localidades de Villa Rosa y Matheu, cercanas al límite con Escobar, afirman que «En campaña el Intendente (Ducoté) prometió que este tipo instalaciones no estarían en contacto con la gente”.
“La Municipalidad no está Considerando la gravedad de la situación, creemos que no se les debe otorgar el permiso de funcionar, sobre todo sabiendo el daño que pueden provocarnos a las familias que vivimos cerca”, reclamaron.
En abril, la justicia dispuso el allanamiento del Palacio Municipal y el Concejo Deliberante de Pilar en el marco de la causa judicial iniciada contra el jefe comunal. Los allanamientos «tienen que ver con las dos cautelares y con uno de los pedidos del fiscal: investigar a todos los funcionarios y concejales involucrados con la aprobación de la rezonificación para la instalación de las dos plantas» explicó Érica Hahn, presidenta de Autoconvocados contra la Contaminación en Pilar.
La semana pasada, en la localidad de Villa Rosa, se llevóuna audiencia pública para discutir la constriucción de un ducto subterráneo de 300 metros en la localidad destinado a unir la Subestación (SE) N° 51 Matheu, con la Termoeléctrica de Araucaria Energy S.A; lo cual generó la participación de más de 50 vecinos.
Por su parte, el referente de la oposición, el concejal Federico Achaval, sostuvo que “desde el Concejo, advertimos sobre la necesidad de tomar recaudos y dijimos que el nuevo Código de Planeamiento Urbano no hacía más que ratificar la instalación de las termoeléctricas. Y referentes ambientalistas confirmaron que muchos de los cambios que ellos habían pedido que se hicieran para proteger el medio ambiente, no se habían tenido en cuenta”.
Ducoté impulsó la rezonificación de Pilar para habilitar la instalación de dos centrales termoeléctricas a apenas 600 metros de las viviendas de los vecinos; las cuales podrían producir 500 MW y están catalogadas como industrias categoría 3, peligrosas desde el punto de vista ambiental.
“Las centrales térmicas generan diversos contaminantes físicos y químicos muy peligrosos, con un impacto negativo sobre la salud humana. Las repercusiones negativas sobre la salud humana van desde patologías banales (conjuntivitis, rinitis, faringitis, cefalalgia) hasta graves y potencialmente mortales (bronquitis asmática severa, enfisema broncopulmonar, enfermedad pulmonar obstructora crónica, insuficiencia cardíaca e incremento del riesgo de cáncer)», denuncian los vecinos.
