El presidente Mauricio Macri almorzó con intendentes de Cambiemos de la provincia de Buenos Aires, preocupado por los malos resultados que dan las encuestas electorales en el distrito. El encuentro se llevó a cabo en la Quinta de Olivos con 64 de los 69 intendentes de la alianza gobernante, además de integrantes del gabinete nacional como Marcos Peña y Rogelio Frigerio, además de la gobernadora María Eugenia Vidal.
La preocupación oficialista pasaba por evitar posibles fugas de candidatos luego de la crisis desatada por la decisión del cordobés Ramón Mestre de competir por fuera de Cambiemos ante la intransigencia de la Casa Rosada de ceder a la exigencia de un sector del radicalismo de definir las candidaturas a través de una interna.
Entre las pocas ausencias se destacó la del polémico jefe comunal de Mar del Plata, Carlos Arroyo, quien tiene una relación casi rota con Vidal, que se decidió a apoyar a otro candidato para la intendencia.
Macri se mostró con Vidal y pidió «dar pelea en el Conurbano»
Después de la reunión, el vicegobernador y titular de la UCR bonaerense Daniel Salvador y el intendente de Vicente López y flamante presidente del PRO bonaerense Jorge Macri fueron los encargados de hablar con la prensa. Sobre la situación cordobesa, este último sostuvo: “No me quedaría en la anécdota de Córdoba para describir Cambiemos. Cambiemos es mucho más amplio que una discusión electoral que no tuvo el mejor final, pero hay que seguir adelante. Cambiemos está tremendamente sólido, la relación entre intendentes con el vicegobernador, con la Gobernadora”.
En cuanto al encuentro de intendentes, el primo del presidente sostuvo que durante el encuentro se abordaron “aspectos de gestión y políticos”. Y añadió, acerca del rol de Mauricio Macri: “Simplemente nos pidió que hiciéramos lo que estábamos haciendo, que es lo que nos da el valor y valoración por parte de la sociedad. Aunque sepamos que el camino es difícil, sabemos que el fin que perseguimos es el correcto, salir de la mentira, de la corrupción, del populismo, del cortoplacismo”.
El almuerzo en Olivos marca una decidida intervención del Presidente en territorio bonaerense ya que se concretó apenas pocos días después de que participara del encuentro ampliado del Gabinete Bonaerense. El objetivo oficial, además de motivar a los mandatarios locales, pasa por alinear a todos los intendentes detrás de su candidatura, contrarrestando la preocupación local por el posible arrastre negativo de la figura presidencial en elecciones no desdobladas.
Ninguna encuesta favorece a cambiemos en un conurbano bonaerense devastado por la recesión, la inflación y la paralización de la obra pública, en la que los intendentes locales deben hacer malabares para tratar de mostrar algún elemento positivo que, como mínimo, les permita repetir la performance de las últimas elecciones.