Luego de los cruces de los ministros de Salud, e intendentes del PJ, desde Provincia y Ciudad se dedicaron el día de hoy a bajarle el tono al conflicto por la tasa de contagios de coronavirus.
El jefe de gabinete bonaerense, Carlos Bianco, remarcó que en el vínculo de la administración de Axel Kicillof con la de Horacio Rodríguez Larreta «prima la absoluta cordura», al tiempo que pidió «dejar de lado las discusiones de la política chiquita y trabajar en conjunto».
Y desautorizó a Sergio Berni, el ministro de Seguridad de Provincia, quien no descartó que se deba aislar a la Ciudad si la tasa de positivos por COVID-19 se dispara: «No es una necesidad», indicó el funcionario. Y remarcó que se trabaja «permanentemente» con el gobierno porteño «tanto en cuestiones sanitarias como de transporte».
Bianco se sumó así a las declaraciones de la ministra de Gobierno bonaerense, Teresa García, quien -más temprano- rechazó también la posibilidad de que se analice aislar la provincia de la ciudad de Buenos Aires.
En tanto, el ministro coordinador analizó que -por la cercanía de ambas jurisdicciones- «las medidas que se toman de un lado y del otro pueden afectar por lo que hay que hacer todo de manera coordinada y bajo consulta».
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En ese sentido, dijo que se trabaja «para coordinar y consensuar políticas porque estamos en un problema muy difícil de sobrellevar para los argentinos».
Del otro lado, también hubo un gesto para calmar los ánimos: Fernán Quirós, ministro de Salud porteño, comentó que “el día de ayer todos aclararon y pudimos retomar el cauce del trabajo colaborativo con la provincia de Buenos aires. Esta enfermedad es demasiado dolorosa y debemos crear un objetivo común para proteger a las personas”.
Fuentes del entorno de Kicillof y Larreta, tal como consigna Letra P, remarcaron que hubo una conversación telefónica entre ambos mandatarios en los últimos días y que la sintonía existe y se mantiene, lejos de las polémicas que alimentan los jefes comunales bonarenses. Ambos están preocupados por el aumento de contagios que se puede dar tras la flexibilización de la cuarentena, con más cantidad de personas en el transporte público.