En la noche del jueves, Claudio Tapia, presidente de AFA, junto Marcelo Tinelli (San Lorenzo), Nicolás Russo (Lanús) y Jorge Ameal (Boca) se reunieron para discutir «el futuro del fútbol argentino» y, por sobre todo, el fin de la Superliga y del llamado «doble comando».
De los presentes, dos ya se manifestaron totalmente en contra de la entidad que lidera Mariano Elizondo: son los casos de Ameal y Russo. Tinelli no ha emitido opinión sobre el tema pero no fue casualidad de que a principio de año se haya quejado públicamente del calendario del certamen. De hecho, intentó modificarlo, ya que su club cuenta con jugadores en la Selección, pero no tuvo éxito. Mientras que Tapia ha intentado hacer equilibrio en este tiempo pero no vería con malos ojos que la organización madre del deporte nacional vuelva a hacerse cargo del torneo y administre una caja de 10 mil millones de pesos.
Informe Político se comunicó con distintas instituciones como Huracán, Lanús y Vélez, entre otras, para conocer su postura sobre la problemática y prefirieron «no emitir punto de vista en este momento». Pero es sabido, sobre todo tras la reunión de Comité Ejecutivo, en la que 15 clubes pidieron cambiar el calendario del torneo, que existe una fractura importante y que, por lo bajo, no son pocos los dirigentes que están disconformes con aspectos clave como el reparto de dinero de TV.
«Así no se puede seguir. O se cambia la conducción o se cambia el formato en el que estamos los clubes», sostuvo Russo este año. Mientras que el titular del Xeneize indicó, tras el último encuentro en Puerto Madero, que «se fracturó la Superliga y se fortaleció la AFA, algo de lo que estamos convencidos que es necesario».
Polémica licitación de los derechos para el exterior de la Superliga
Posteriormente, Ameal agregó que “los que hoy que están cómodos en la Superliga, después no tienen que llorar por los rincones, no quejarse por los ingresos. Hoy tomaron una decisión no solo deportiva, sino económica. Estas cosas a la larga, no darán resultado”.
Hasta el momento, desde el Gobierno no quisieron hablar públicamente del tema. Si bien Alberto Fernández cada vez que puede expresa que el fútbol hoy no es prioridad, los clubes saben que necesitan el apoyo de la Casa Rosada para acelerar la desintegración de un esquema que nació al calor del macrismo, tras la imposibilidad de colocar a un hombre propio en la AFA. Y desde el Frente de Todos no desconocen que se buscará «terminar con la Superliga» en un futuro no muy lejano.
