Solá en el centro de una polémica por “inventar” un pedido de Alberto a Joe Biden

El canciller argentino Felipe Solá viene siendo fuertemente criticado por declaraciones durante una entrevista radial de este lunes en las que afirmó que durante la comunicación telefónica del presidente Alberto Fernández con el mandatario electo estadounidense Joe Biden, el argentino le había pedido ayuda en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que luego generó malestar en el organismo de crédito internacional y terminó siendo desmentido por todas las partes. Desde el Gobierno reconocen “una metida de paga grave” del titular del Ministerio de Relaciones Exteriores.

La situación es aún más insólita porque Solá ni siquiera estuvo presente durante la comunicación telefónica entre los mandatarios (según trascendió, debido a una confusión por la que se dirigió a Olivos en vez de a Casa Rosada, donde iba a tener lugar el contacto telefónico), lo que no impidió que luego brindara declaraciones periodísticas como si hubiera estado.  Durante la comunicación con una radio, el Canciller aseguró que Alberto le pidió a Biden “la colaboración y buena voluntad del director de los Estados Unidos en el FMI” en las negociaciones para reestructurar la deuda ya que el gobierno de Donald Trump “no está teniendo las mejores actitudes”.

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Después de generar ruido internacional tanto en el FMI como en el entorno de Biden, estos dichos fueron luego desmentidos, aclarando que el presidente argentino sólo se había referido al FMI cuando mencionó que el Papa Francisco apoya el proceso de renegociación, ante lo que el presidente electo estadounidense sólo respondió que admira al jefe de la iglesia católica.

En ese marco desde inicios de la semana, Solá quedó en el centro de una crisis internacional que el Gobierno argentino busca minimizar. Por el momento se descartó de plano un alejamiento de Solá de la cartera de Relaciones Exteriores para no sumar elementos de tensión política en este complicado fin de año, pero se reconoce que fue “una metida de pata grave” porque “mezcló lo que le contaron con una impresión suya”.

Más allá del intento de contener hacia adentro la crisis política, trascendió el enojo del presidente argentino con la violación de confianza que implican estas declaraciones de Sola, por lo que está evitando el diálogo con el ex gobernador bonaerense. Según detalla Infobae, Solá apenas pudo hablar con el Jefe de Gabinete Santiago Cafiero quien luego de un breve contacto telefónico de diez minutos le habría recomendado “que se ordene, que no hable y que se dedique a trabajar”.

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