La Unión Cívica Radical de la Ciudad de Buenos Aires cerró ayer una amnistía para los miembros expulsados del radicalismo por haber sido candidatos en otras listas del partido. Pero la medida, lejos de ser una consecion por parte de las autoridades actuales es una muestra de buena fe después de haberes salido victorioso.
Es que el diputado nacional electo, Facundo Suárez Lastra le había prometido al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que si la elección de medio término era buena le podría entregar en bandeja al radicalismo porteño. Eso solamente no pasó, sino que tuvo que tuvo que aceptar la derrota.
Con la capa caída, y con una intervención del mítico operador radical Enrique «Coti» Nosiglia, Suárez Lastra terminó por tener que aceptar una lista de unidad para delegados nacionales por la -Ciudad para la convención nacional. En la chiquita, en algunas comunas que son las que eligen al presidente de la URL porteña, habrá internas en algunas pero que no podrán modificar la cuestión de fondo que es que el actual mandatario, el vicedecano de la Facultad de Ciencias Económicas, Emiliano Yacobitti, seguirá siendo quien ostente el poder.
El acuerdo finalmente homologado despeja cualquier dudas sobre la capacidad de articular políticas de los comandados por Yacobitti. Hombres fogueados al calor de incontables internas que asumieron el desafío de enfrentar a la dupla Larreta-Suarez Lastra con el mismo nerviosismo que puede tener Messi en un amistoso contra Honduras.
Sin embargo no todo es color de rosa. De cara al año que viene Elisa Carrió dio su impresión o casi orden sobre lo que quiere para que se conforme Cambiemos en la Ciudad: que Yacobitti no forme parte.
Mientras tanto la resolución de ayer dejó enteveer una cuestión más y es que todo indicaría que Martín Lousteau se afiliaría al radicalismo finalmente.