Toma de tierras: Larreta defendió la “inviolabilidad” de la propiedad privada

Este miércoles el Jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta sentó posición desde sus redes sociales en torno a los conflictos sobre ocupación de tierras, defendiendo la inviolabilidad de la propiedad privada, establecida constitucionalmente, pero reconociendo que también existe un “enorme déficit habitacional” que el Estado debe atender.

La necesidad de Larreta de salir a marcar posición en este terreno también responde a las tensiones internas dentro de la alianza opositora Juntos por el Cambio, en el marco de las que no quiere dejar la defensa irrestricta de la propiedad privada como un patrimonio de los sectores más “duros”, particularmente en un contexto como el actual en el que el tema se puso en discusión después de algunas recuperaciones de tierras en el sur argentino por parte de comunidades mapuche, de la ocupación de Guernica e incluso de la actual disputa sucesoria por una estancia de la familia Etchevehere.

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“Los derechos de propiedad y la seguridad jurídica sobre los mismos, son condición para el desarrollo, el crecimiento y también para el mejoramiento de la calidad de vida de todos los argentinos. Es imposible pensar la convivencia democrática sin la plena vigencia del Estado de Derecho y el imperio de la ley. Y no hay ley más importante que la Constitución Nacional”, explicó.

Recordando el Artículo 17 de la Constitución, el funcionario remarcó que “la propiedad es inviolable y solo una sentencia fundada en ley puede privar a alguien del derecho a la misma”. En este sentido, insistió en que “para disponer de los bienes, producir e invertir, es esencial contar con la certeza de los derechos de propiedad” y recordó que es una obligación del Estado protegerlos.

Sin embargo, aclaró que esta posición “no significa que no haya que atender las situaciones de un enorme déficit habitacional que la Argentina tiene”. Considerando esa tensión, concluyó: “Hay que atender las dos realidades en simultáneo: por un lado la defensa irrestricta de la propiedad privada y la vigencia de la ley; y por el otro la urgencia de generar suelo urbano asequible, urbanización e integración social. Un derecho no puede ser en desmedro del otro”.

 

 

 

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