Alberto se comprometió a «hacer todos sus esfuerzos» para que se apruebe la legalización del aborto

Después de enviar al Congreso el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), el presidente Alberto Fernández manifestó sus esperanzas de que sea aprobado en el Parlamento: “Creo que estamos en condiciones de que esta vez el aborto se convierta en ley”.

En cuanto a las demoras para el envío del proyecto para su tratamiento legislativo, el mandatario explicó durante una entrevista radial: “Frente a la mejora de la situación sanitaria entendí que era el momento de enviar el proyecto y cumplir con mi palabra”. Y añadió: “Me siento el abanderado de este reclamo. Esta vez no habrá un presidente llamando a un gobernador para que sus senadores voten en contra. Haré todos mis esfuerzos para que el proyecto de aborto salga y se convierta en ley”.

Los puntos más importantes de los proyectos de legalización del aborto y el Plan de los 1000 días

Respecto de las diferencias con el tratamiento de 2018, cuando por primera vez el proyecto de legalización del aborto logró una media sanción en Diputados pero fue finalmente rechazado en la Cámara Alta, Alberto remarcó que el hecho de “que el Presidente reclame el tratamiento y aprobación y que diga que es necesario, me parece que genera un escenario un poco distinto”. “Esta vez no es un presidente que cumplió mandando una ley para que no digan ‘no cumplió’. Sino que activamente se preocupa por el tema”, insistió.

Este martes, el Presidente había confirmado el envío del proyecto al Congreso con un video que publicó en su cuenta de Twitter, donde señalaba: “Tengo la convicción de que es necesario para la Argentina. Entiendo que estamos en condiciones de que se convierta en ley. Creo que la diferencia con otros tiempos es que, más allá de la enorme lucha del movimiento feminista, me siento el abanderado de este reclamo”.

El mandatario remarcó su concepción de que el Estado no debe desentenderse de la problemática de salud pública que implican los abortos clandestinos y aseguró haberle planteado el problema a las autoridades de la Iglesia Católica durante su última visita al Vaticano. “El aborto no es un problema de dogmas religiosos sino más bien de decisiones personales. Yo soy católico pero tengo que resolver un tema de salud pública”, explicó.

Por último, descartó objeciones de sectores opositores al proyecto y subrayó que la intención de la iniciativa apunta a cuidar “la vida de la mujer que enfrenta un embarazo”, por lo que se envió al Congreso no sólo la ley de IVE sino también el llamado “proyecto de los 1000 días”, con el objetivo de “terminar con la hipocresía”.

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