En el Gobierno ya no ocultan el malestar que existe hacia dos figuras que consideraban aliados para estas circunstancias, como Eduardo Duhalde y Roberto Lavagna.
Desde la Casa Rosada le indicaron a este medio que «a Duhalde se le dio una silla en BICE y la embajada en Bulgaria y sale a decir estas cosas». Por otro lado, también hay críticas a Roberto Lavagna, cuyos legisladores ya anticiparon que no acompañarán la Reforma Judicial, proyecto clave para la administración Fernández, al tiempo que acordó con el Frente de Todos que su hijo Marco esté al frente del INDEC, un dirigente que le responde sea embajador en Portugal y un puesto en la CNV.
«Hubo un acuerdo con Lavagna y en leyes que son claves se desmarca y no te da los votos», se quejó por lo bajo una fuente oficial. Cabe destacar que el ex ministro de Economía almorzó en los últimos meses en Olivos con el Jefe de Estado y Martín Guzmán, en momentos en los que renegociaba compromisos con los bonistas privados, pero también emitió críticas hacia el rumbo que tomó el FdT.
Al ex mandatario, que posee un hombre de su confianza como José de Mendiguren en el BICE (Banco de Inversión y Comercio Exterior) se lo acusa de «poco colaborativo» con sus declaraciones polémicas, que cuestionan la gobernabilidad de Alberto Fernández.
Este jueves expresó: «Mi impresión es que el Presidente está groggy (confundido/mareado), está »no contest», como estuvo (Fernando) De la Rúa en un tiempo, como estuvo (Eduardo) Duhalde cuando gobernó. La explicación más benigna es ésa».
En diálogo con Radio Rivadavia, el expresidente y ex gobernador bonaerense subrayó que «el poder es toma de decisiones» y lamentó las medidas económicas adoptadas por el Gobierno en los últimos días.
«Nada me sorprende. Es un Gobierno que no entiende, que no sabe que la gobernanza en crisis es absolutamente distinta a tiempos normales o cuasinormales. Nunca lo han entendido: por eso arrancan con 22 ministerios», afirmó.
Comentarios