Con la publicación de la Resolución 221 del Ministerio de Economía en el Boletín Oficial, este lunes el Gobierno Nacional confirmó la extensión del plazo para que los bonistas adhieran a la reestructuración de deuda hasta el próximo 22 de mayo. Se están analizando modificaciones en la oferta argentina que logren evitar que el país caiga en default.
La fecha del 22 de mayo se eligió porque ese día vence el período de gracia de un pago de 503 millones de dólares de intereses del bono Global. Si para esa fecha no se lograra acuerdo con los acreedores y no se pagaran estos intereses vencidos, Argentina caería formalmente en default. El 25 de mayo el Gobierno debería anunciar públicamente el resultado del acuerdo propuesto a los bonistas. En el tercer artículo de la resolución se establece que el 27 del mismo mes Economía deberá entregar los nuevos bonos y cancelar los viejos, en el último paso de la renegociación.
Mensaje de Economía a los acreedores: Resolver la crisis de deuda “es política de Estado”
Después de que sólo un porcentaje menor de los acreedores de títulos argentinos bajo jurisdicción extranjera aceptara la propuesta original realizada por Argentina (quita del 62% en los intereses, del 5% en el capital y período de gracia de tres años), el presidente Alberto Fernández y el ministro Guzmán estuvieron trabajando durante todo el fin de semana para evaluar alternativas.
Durante todo el fin de semana los grandes grupos de bonistas (Grupo Argentina Ad Hoc, que encabeza BlackRock, Fidelity y Ashmore; el Comité de Acreedores de la Argentina, liderado por Greylock Capital; y el Grupo de Bonistas del Canje, que aglutina a Monarch, Cyrus, HBK y VR, entre otros fondos), estuvieron negociando con Guzmán para que se modifique la oferta argentina y esperaban la extensión del plazo de vencimiento de la oferta como señal de buena voluntad.
Así, la nueva propuesta de nuestro país podría modificar algunos de los puntos más polémicos de la oferta anterior, preservando el capital original sin aplicar descuentos, reduciendo el período de gracia y reconociendo el pago de intereses durante ese período, con una suba de la tasa de interés del cupón (hoy en 2,5% anual, que los acreedores piden llevar a 4%). En cuanto a los intereses, los bonistas plantean una quita de 40% en lugar del 60% actual, por lo que las posiciones podrían acercarse en cerca de un 50%.
Otra posibilidad pasa por ofrecer un incentivo atado al crecimiento del PBI, aunque con las proyecciones actuales de evolución económica, en el marco de la pandemia mundial, esto no aparece como una propuesta muy atractiva.