Reforma previsional: Cambiemos descuenta su aprobación pero se pelea voto a voto

Con una sesión definida ayer de urgencia, un Parlamento rodeado de efectivos policiales y una inminente manifestación de protesta que se prevé multitudinaria, la Cámara de Diputados se prepara para discutir el proyecto de reforma previsional propuesto por el Gobierno que ya llega con media sanción desde el Senado. Desde Cambiemos, que no cuenta con mayoría propia, creen que, luego de febriles negociaciones otros bloques, tendrían garantizados los votos necesarios para convertir en ley el proyecto.

En estas horas no paran de circular distintos guarismos para anticipar el posible resultado de la sesión de hoy, que además tratará la reforma tributaria pactada hace algunas semanas con los gobernadores. Precisamente este otro proyecto de ley opera como condicionante para la votación de la reforma previsional ya que desde el Gobierno anticiparon a los gobernadores y sus diputados afines que si no se aprobara ésta se caería el armado del Pacto fiscal con las provincias y podría volverse a un esquema en el que la eventual aprobación del reclamo sobre el Fondo del Conurbano que plantea Buenos Aires podría implicar un fuerte desfinanciamiento para muchas provincias. Otras negociaciones, previas o de último momento, destinadas a influir sobre los diputados a través de los gobernadores, contemplaron la eliminación del impuesto al vino y del gravamen sobre las bebidas azucaradas (un guiño para el tucumano Juan Manzur) y la decisión de no eliminar de golpe sino gradualmente el impuesto a la importación de computadoras y celulares que golpearía fuerte sobre la industria fueguina.

En una Cámara con 257 integrantes, se requieren 129 para obtener el quórum que permita sesionar. Luego con mayoría simple de los diputados presentes ya se podría aprobar el proyecto. Desde Cambiemos evalúan un panorama posible de 127/129 votos a favor. Los 107 diputados de Cambiemos (incluyendo a Jorge Enríquez, reemplazante de Joanna Picetti) necesitan sumar apenas 22 voluntades para el quorum y luego confían en los votos de sus bloques aliados.

En este contexto será decisivo el rol del flamante bloque Argentina Federal, que reúne a 34 legisladores que responden a los gobernadores. Ya Manzur, Hugo Passalacqua (Misiones) y Juan Schiaretti (Córdoba) anticiparon que sus doce diputados acompañarán la iniciativa de Cambiemos. Lo mismo harían los seis diputados santiagueños que responden a Gerardo Zamora y la diputada Alma Sapag del Movimento Popular Fueguino.

El Bloque Justicialista conducido por el salteño Pablo Kosiner e integrado por el ex titular del Anses Diego Bossio, que acompañó numerosas iniciativas del oficialismo, en esta ocasión votaría mayoritariamente en contra, aunque no se espera una disciplina total y habría algunos “rebeldes” que apoyarían la reforma. Martín Lousteau y sus aliados darían quórum pero no avalarían el proyecto.

Los votos opositores al proyecto suman menos de 120, al menos en la previa a la sesión: Los 64 del bloque del FPV, 20 del massista interbloque Frente Renovador-UNA, 4 de Compromiso Federal (puntanos que responden a Rodríguez Saa), 4 del Peronismo por la Victoria (Movimiento Evita), 3 del FIT, 3 del interbloque Juntos por San Juan (el gobernador Sergio Uñac ya anticipó su oposición), 2 del interbloque FAP y 3 de monobloques, además de otros posibles 15 votos de legisladores peronistas no K de Argentina Federal y otros indecisos entre los que se cuenta el chaqueño Juan Mosqueda, que este martes firmó el dictamen de mayoría con el oficialismo pero aún no definió su voto.

En un escenario tan ajustado, serán decisivas tanto las posibles ausencias de legisladores (Cambiemos movilizó todos sus recursos para garantizar que no falte ninguno de sus Diputados) como el eventual impacto de las manifestaciones de repudio que sitiarán al Parlamento durante la tarde, en un ambiente caldeado por la represión de Gendarmería de este miércoles. La CGT finalmente convocó a concentrarse a las 14 horas (y a un paro este viernes contra la reforma que se vota hoy) y también ya confirmaron su participación las distintas agrupaciones sindicales y políticas que vienen manifestando su oposición al proyecto, desde el gremialismo rebelde de las dos CTA, los movimientos sociales que manifestaron ayer y fueron reprimidos (CCC, Barrios de Pie, CTEP y otros) y todo el espectro político de oposición al Gobierno.

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