Para la CGT, «si no hay Plan B, tampoco habrá tregua con el movimiento sindical»

En el marco del paro nacional, el triunvirato que conduce la CGT ofreció una conferencia de prensa en la que dejó en claro que si el Gobierno no brinda un plan B en el plano económico, «tampoco habrá tregua con el movimiento sindical».

«Al mismo tiempo que la cabeza del Poder Ejecutivo está en Estados Unidos, se conoce la renuncia del presidente del Banco Central (Luis Caputo), que demuestra las tensiones en el equipo económico y no hacen más que afirmar que no estamos ante el mejor equipo de los últimos 50 años, sino que estamos enfrentando una crisis monumental, que empezó en el plano económico y se agrava en el plano social», comentó Juan Carlos Schmid en el comienzo de su alocución.

«Dicen que no hay alternativas, pero desde acá decimos con humildad y respeto de la instituciones, que si no hay Plan B o solución, tampoco va haber tregua con el movimiento sindical argentino», señaló.

El triunviro recalcó que a casi tres años de mandato del tridente, se intentó infructuosamente «encontrar soluciones posibles» a través del diálogo, pero que nunca obtuvieron respuestas. «Quisimos tratar de evitar que se sigan provocando despidos en el sector público y privado, y que no se siga perdiendo poder de compra de los salarios», expresó, pero aclaró que tampoco lo consiguieron.

«Las paritarias se tornan insuficientes a un programa económico que cada vez deteriora más el valor de nuestra moneda. No solo se devalúa la moneda, se ha devaluado la palabra del Poder Ejecutivo, y cualquier expectativa que tengamos de este gobierno, que no hizo otra cosa que construir macana tras macana en el plano económico. Lo que ganamos en la mesa paritaria lo perdemos al otro día en el supermercado».

«La CGT aspira a que haya un cambio en un plan económico que definitivamente ha fracaso, que no va a dar soluciones y está condenado a dar más pobreza, miseria y atraso», subrayó el dirigente.

Y finalizó con un mensaje al presidente Mauricio Macri: «Deje de escuchar a los hombres formateados por la universidad privada y los consejos que no tienen en cuenta al país vivo, de carne y hueso, y escuche el clamor que se ha visto en las calles del país. Intenten trazar una salida al laberinto en el que está la Argentina, antes de que sea demasiado tarde».

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