Pese a los desbordes, el Gobierno porteño defiende la reapertura de bares y no prevé revisar la decisión

Después de un fin de semana de bares y confiterías desbordados en la Ciudad de Buenos Aires, el Gobierno porteño afirmó que no tiene intenciones de dar marcha atrás con la medida, aunque el pico de contagios por coronavirus sigue en su punto más alto.

Las imágenes de numerosos bares de distintos barrios de la ciudad en los que se notaba un desborde de gente en evidente incumplimiento de los protocolos sanitarios dispuestos, sin barbijos, con más de 4 personas por mesa y sin respetar el distanciamiento social, el gobierno porteño dispuso doce clausuras de establecimientos. Pero al mismo tiempo defendió la reapertura y afirmó, por boca del vicejefe de Gobierno Diego Santilli, que se trató de “excepciones” en el marco de un “comportamiento satisfactorio” general.

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Durante el habitual reporte sanitario, el ministro de Salud de la Ciudad Fernán Quirós también defendió la medida: “Es muy importante comprender que llevamos seis meses de este esfuerzo colectivo y hay mucha gente que ya no puede acompañar las medidas de la cuarentena original. De manera que nosotros creemos que, dado que había gente que ya no lo podía cumplir, llevamos esa realidad a los espacios abiertos”. “Nosotros estamos haciendo gestión sanitaria y gestión social, dentro de lo que la ciudadanía puede hacer”, insistió.

El funcionario admitió que “lo que pasó el primer día no fue bueno, así como no fue bueno el primer día que abrimos la actividad física”. Por lo que insitió: “Necesitamos la colaboración de todos, el cuidado individual es también cuidado colectivo. Necesitamos que respeten la normativa, que mantengan la distancia, que estén con el barbijo excepto cuando estén por ingerir un alimento”. Más allá de los inconvenientes, defendió la reapertura de bares explicando que “un lugar abierto es mucho menos peligroso y tiene la posibilidad del control social”. “No sólo es más seguro sino que podemos ayudar con algunas reglas sociales”, concluyó.

La Ciudad de Buenos Aires registra ya más de 100 mil contagios, con 2.548 víctimas fatales. Según el Ministerio de Salud porteño, la ocupación de camas de terapia intensiva es del 61,7%, mientras en los casos moderados la ocupación es de 47,3% y en los leves 31,7%.

El médico intensivista Arnaldo Dubin, miembro de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI), entidad que la semana pasada difundió una dura carta sobre el impacto de la flexibilización en la situación de los trabajadores del sector, consideró respecto de las medidas tomadas por el Gobierno de la Ciudad: «En primer lugar no había condiciones para flexibilizar. Y en segundo lugar no se controló nada, es un caos, y si se mantiene va a llevar a un aumento de contagios».

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