Tras el ataque que sufrió la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner este jueves, provocó que las autoridades brasileñas reforzaran la seguridad de los candidatos a la presidencia en las próximas elecciones que serán el 2 de octubre, en especial la de Jair Bolsonaro, actual mandatario, y Luiz Inacio Lula Da Silva, su principal oponente.
El hecho de que un ciudadano brasileño haya sido el protagonista del hecho al colocar un arma muy cerca del rostro de Fernández, incrementó la preocupación en el país vecino. Como la campaña electoral para los comicios está situada en un clima de tensión y polarización entre los dos principales aspirantes: Bolsanaro y Lula, es por esa razón, que los encargados de la seguridad de los dos candidatos decidieron revisar los protocolos en la recta final de la campaña.
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Por su parte, Paulo Teixeira, uno de los jefes de campaña de Lula, expresó a la agencia británica Reuters que «Debemos analizar con detenimiento este aumento de la violencia política en nuestro país, que es azuzada por el actual presidente», haciendo referencia y responsabilizando a Bolsonaro.
Horas antes, el expresidente Lula había dicho en twitter que «esta violencia y odio político azuzado por algunas personas es una amenaza a la democracia en nuestra región».
Asimismo, en Brasil, previo a las elecciones de 2018, sucedió un intento de magnicidio a Bolsonaro, quién fue apuñalado por un hombre y luego fue declarado inimputable por la justicia de ese país. Además, por aquel entonces, el actual mandatario, herido a la altura del hígado, fue operado de urgencia y tras su recuperación ganó las elecciones de ese año.
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