Un informe de la CEPAL pide protección social universal, formalización de las economías y mayor integración regional

América Latina y el Caribe siguen entre la informalidad, la deserción escolar y el aumento de pobres. El informe del organismo señala que, como resultado de la pandemia, se agudizaron los problemas estructurales de la región.

La pobreza aumentó, se perdió un año de presencia escolar, subió la informalidad y la región no volverá a los niveles económicos previos a la crisis hasta 2023 o 2024. Son las principales conclusiones de la presentación de «Perspectivas Económicas de América Latina 2021, Avanzando juntos hacia una mejor recuperación».

Representantes del Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL), del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y de la Comisión Europea, fueron parte de la presentación del estudio, difundido en las últimas horas.

Los niveles de pobreza y pobreza extrema llegaron a los niveles “más altos en los últimos 20 y 12 años”, respectivamente.

Se registró una leve baja de la pobreza en el primer semestre del año

Informalidad “extremadamente alta” por pandemia

“El producto interno bruto (PIB) de la región se contrajo en torno al 7%. A pesar de un aumento de alrededor del 6% en 2021, no se espera que su PIB per cápita vuelva a los niveles anteriores a la crisis antes de 2023-2024″, de acuerdo al documento. La satisfacción de los niveles de educación se redujo del 66% en 2019, al 53% en 2020.

Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, sostuvo que la pandemia tuvo mayor impacto en el trabajo informal que hizo que sea ahora “extremadamente alta”, con 58% de empleo informal, siendo las mujeres y jóvenes “los más golpeados”.

En el tema educativo se habla de una “generación perdida” porque son “167 millones de niños y niñas que perdieron un año de presencia escolar, hay riesgo de abandono escolar de niños y jóvenes que no volverán a la escuela”.

Si bien el incremento de la pobreza por la pandemia se mitigó por el esfuerzo de los gobiernos, “entonces la pobreza hubiera llegado a 230 millones y la verdad es que estamos en 200 millones, que la verdad no es una buena noticia, pero pudimos haber llegado a más, 30 millones más. Y en la pobreza extrema pudimos llegar a 98 millones y hoy estamos en 78 millones y la tarea es sacar a la gente de la pobreza”.

América Latina perdió 11% de riqueza

Por la pandemia también aumentó la concentración de la riqueza y del ingreso, sobre todo en los países desarrollados, mientras que América Latina perdió 11% de riqueza.

El secretario general de la OCDE, Mathias Cornmann, expuso que América Latina y el Caribe fueron la región más duramente golpeada por la pandemia y será hasta 2023 o 2024 cuando se regrese a los niveles precrisis.

“Los países deben tomar esta recuperación como oportunidad única para poner a la región en un nuevo camino de desarrollo…Son prioridades claves que primero los gobiernos deben reformar marcos macroeconómicos dando prioridad a la política fiscal, porque la región entró en la crisis con ingresos fiscales que representan menos de 23%, contra 38% del promedio en la OCDE”.

Añadió que se requiere una mejor administración tributaria y de la gestión de la deuda pública, es necesario avanzar en la digitalización de la economía. Hay que reformar los sistemas de protección social porque muchos hogares latinoamericanos dependen del sector informal.

Por su parte, el presidente ejecutivo de CAF, Sergio Díaz Granados, dijo que los retos estructurales se agudizó oportunidades de desarrollo “entre 2015 y 2020 nuestra pobreza aumentó 6 puntos porcentuales, es decir, cuando la pobreza llegó ya encontró a la región muy débil enfrentaba problemas sociales, aumento de la pobreza y reducción de la clase media”.

Necesitamos un crecimiento potencial más robusto, porque después del rebote se esperan crecimientos magros en la región de entre 2% a 2.5%, por lo que se tiene que avanzar en productividad, porque actualmente tenemos una baja productividad, por eso el 80% de diferencia entre Latinoamérica y los países desarrollados.

Consideró que hay retos en materia de combate al cambio climático, digitalización de la economía sobre todo entre las pequeñas y medianas empresa y el sector agropecuario, además de reducción de la pobreza, aumentar los niveles educativos, entre muchos otros.
De acuerdo con el documento “una recuperación sólida e inclusiva requiere una mayor integración productiva en sectores estratégicos, entre ellos el automotriz, el farmacéutico, el de las energías renovables, la economía circular y la agricultura sostenible.

“También exige una respuesta fiscal holística urgente: una mayor progresividad del sistema tributario, un mayor cumplimiento fiscal, una administración tributaria más eficiente y la eliminación de los gastos tributarios ineficientes.

“La reducción de la evasión y la elusión fiscal, así como la eliminación de algunos gastos tributarios que representan cerca del 4% del PIB podrían aumentar los ingresos y la equidad, sin comprometer la recuperación económica”, analizaron.

Comentarios

Dejar respuesta