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Ecos de la primera gran interna de JxC, una dura derrota de Larreta

La victoria del diputado nacional Martín Berhongaray en la interna de Juntos por el Cambio en su versión pampeana generó un duro revés en el PRO, tras haber puesto todas sus fichas en Martín Maquieyra, el representante amarillo que logró el apoyo de halcones y palomas, pero en especial del alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

El posible candidato a presidente y referente del sector más dialoguista fue quien impulsó con mayor enfásis al legislador. Es más: puso a disposición recursos y estructura para que el diputado pudiera competir contra el aparato del radicalismo en la provincia pero, pese a los pronósticos alentadores en la previa, no alcanzó en absoluto.

Hoy, mientras dirigentes amarillos culpan a Larreta de la derrota, pese a que Macri, Bullrich y Vidal también hicieron campaña en la provincia por Maquieyra, también hay un análisis de la fortaleza del hombre de la UCR que no puede pasar desapercibido: logró exhibir aparato y, como marcan ante IP fuentes radicales, existió un “amplio respaldo de parte de la totalidad de los intendentes de la oposición que se pronunciaron, sumados a los candidatos a intendentes, concejales, jueces de paz y referentes de los distintos puntos de la provincia”.

Luego de La Pampa, la UCR quiere pintar de rojo y blanco el mapa nacional

Otra mirada, sobre el hecho consumado, marca que para el jefe de Gobierno fue el candidato del PRO el que perdió y no solamente su postulante en La Pampa. Por algo fue de los primeros en salir a felicitar a Berhongaray y evitó cualquier tipo de crítica por las sospechas de que la postulación del radical fue fogoneada por el peronismo provincial.

Del lado del perdedor remarcaron que «la clave es que pudimos empujar una competencia dentro de la coalición que antes no estaba. Hay que acostumbrarnos a que podemos ganar ciertas provincias donde históricamente nos conformábamos con un segundo puesto”.

Mientras que las figuras de la UCR hicieron foco en la victoria del candidato de su espacio, pero procuraron mostrar una actitud dialoguista con el PRO. Uno de ellos fue el propio Lousteau: ”Si uno cree en un proyecto colectivo, se somete al juicio de la ciudadanía en las PASO o en las internas y después acompaña desde el rol que le asignó la ciudadanía”, manifestó.

Tras no lograr cerrar un acuerdo de unidad con el PRO, el radicalismo pampeano había atravesado a fin de diciembre pasado un tenso cierre de listas, que incluyó duras críticas, pases de factura y portazos. Por esas horas algunas voces radicales apuntaron a Larreta y a su “dedo porteñista” como el culpable del naufragio en los esfuerzos de consenso.

 

 

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