El Congreso quiere saber quién hizo las invitaciones a la mesa judicial del Banco Provincia

La subcomisión de Inteligencia del Congreso Nacional está detrás de los datos para precisar si desde la gobernación de María Eugenia Vidal se organizó en 2017 la reunión de la mesa judicial bonaerense en las oficinas porteñas de la entidad, entre funcionarios de su gobierno, un intendente, un legislador y empresarios, junto a altos directivos de la Agencia Federal de Inteligencia.

Con el objetivo de reconstruir la cadena de responsabilidades, de la Subcomisión se citará en los próximos días a la secretaria del entonces presidente de la entidad, Juan Curuchet, y al exgerente de Relaciones Institucionales del Banco Provincia, Hernán Stella, vocero ahora de la actual diputada nacional porteña María Eugenia Vidal.

Esto se decidió luego de la reunión entre integrantes de ese órgano parlamentario con el exdirector operacional de Contrainteligencia de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Diego Dalmau Pereyra, que no declaró por consejo de su abogado para no «interferir en la presentación que deberá hacer próximamente ante la justicia bonaerense», informaron fuentes parlamentarias, en referencia a la causa que tiene en su despacho el juez federal de La Plata Ernesto Kreplak, a raíz de la denuncia de la interventora de la AFI, Cristina Caamaño.

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La presentación Caamaño la hizo luego del hallazgo del material en video y audio que registró la reunión del 15 de junio de 2017, en la que el imputado Dalmau Pereyra fue uno de los asistentes, junto a sus pares de la AFI Darío Biorci, jefe de Gabinete de la entonces subdirectora de la AFI Silvia Majdalani. El otro funcionario político de Inteligencia fue Sebastián De Stéfano, entonces Director de Asuntos Jurídicos de la AFI y en la actualidad miembro del directorio de Subterráneos de Buenos Aires (Sbase), cuya renuncia al cargo fue pedida por la oposición porteña.

La reunión de junio de 2017, fue la que le permitió al exministro de Trabajo bonaerense Marcelo Villegas, manifestar su deseo de contar con una “Gestapo” para accionar contra los gremios. No queda claro si lo hizo a sabiendas de la presencia de las cámaras y micrófonos colocados un día antes del encuentro o desconociendo la presencia de esos artefactos. Lo que es seguro que, por ahora, nadie pudo, supo o quiso explicar políticamente el sentido de la presencia de los integrantes de la AFI en la reunión.

La participación de los ministros de Vidal, además de Villegas estaba el ministro de Infraestrucura Roberto Gigante y otros funcionarios, se explica desde el punto de vista de la «batalla» que las gestiones de Mauricio Macri y Vidal tenían contra los gremios. En particular se había puesto el foco en Juan Pablo «Pata» Medina, titular de la seccional La Plata de la Unión de Trabajadores de la Construcción de la República Argentina (UOCRA). Hasta la presencia del intendente de La Plata Julio Garro y del senador provincial Juan Pablo Allan tienen lógica.

Pero sobre el lugar en esa mesa de los funcionarios de Inteligencia (con sus reaseguros de grabación incluidos), no pueden por el momento ser explicados en ninguna de las esferas de este debate: el político, el judicial, el legal/normativo que regula las actividades de los organismos de inteligencia y su impedimento para participar de investigaciones internas del país, salvo orden judicial.

Por otra parte, en la primera declaración pública de María Eugenia Vidal sobre el tema, la exgobernadora reconoció el carácter ilegal de las grabaciones. Lo que no quedó, por la casi nula actividad del ejercicio de la repregunta en ciertas entrevistas, es si ella fue parte o víctima de esa ilegalidad.

Si fue víctima, ella es querellante en otra causa donde denuncia el espionaje en su contra, su denunciado final será Mauricio Macri, jefe político de los servicios de Inteligencia entre 2015 y 2019. Si fue parte, el camino también la lleva al expresidente. Diría Jorge Drexler, «ya está en el aire girando mi moneda y que sea lo que sea».

Habrá que ver cómo se sale del laberinto. Porque en el fondo, además de las internas entre sectores de Juntos por el cambio, inocultables y con cara de disputa de candidaturas presidenciales para 2023, hay una verdad que tuvo amarres de todo tipo y hasta víctimas de eso que a muchos incomoda. Un entramado de vinculaciones entre sectores de la política, del poder judicial, del económico y de parte del sistema mediático para esos armados. La contracara perfecta de los globos de colores que poblaron durante años los festejos del escenario de Costa Salguero, donde JxC festejaba sus victorias electorales.

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