Lorenzetti denunció que la elección de Rosatti como presidente de la Corte no es «ética ni razonable»

La reciente elección de Horacio Rosatti como presidente de la Corte Suprema de Justicia sirvió para que se visibilice una fuerte interna que divide al Máximo Tribunal de la Justicia argentina. Este viernes el supremo Ricardo Lorenzetti, también ex presidente del cuerpo, hizo pública una carta con durísimos cuestionamientos al sucesor de Carlos Rosenkrantz.

Lorenzetti comparó la designación de Rosetti con la del magistrado menemista Julio Nazareno y sostuvo que la votación adolece de “vicios” que “ya habían sido superados hace más de una década”. “Repite uno de los vicios de algunos de los jueces de aquella composición del Tribunal, moral y jurídicamente descalificados”, sostuvo afirmó que estos actos afectan “gravemente” la credibilidad de la Corte.

Horacio Rosatti fue elegido como presidente de la Corte Suprema

El magistrado explicó que la designación “por medio de acuerdo extraordinario es irregular” y denunció que el llamado se hizo con menos de 24 horas de anticipación, sabiendo que él no podrí asistir. Al respecto agregó: “Todos sabían que el suscripto estaba representando al país en la reunión de un organismo internacional (UNIDROIT) con la participación de juristas de todos los continentes. Es decir, no era una tarea privada, sino institucional”.

E insistió: “No había urgencias, ni obligación legal, y no hubo mala voluntad ni deseos de no asistir. Por otra parte, existieron numerosas oportunidades en que los acuerdos fueron postergados por el sólo pedido de un ministro. Por lo tanto, negarse a tratar el tema en el acuerdo ordinario, y no postergar el convocado, violó la tradición de la Corte en la materia y las reglas de la cortesía”. “No es ético no razonable”, denunció.

“El ‘autovoto’ ha sido censurado por la opinión del Juez Petracchi en aquella decisión, y ello fue confirmado por lo sucedido con posterioridad, porque puso en duda tanto la existencia de una mayoría en la decisión derivada de votarse a sí mismo, sino también la legitimidad del acto. Fue una opinión que todos hemos valorado como éticamente correcta y conforme a derecho”, agregó.

Para terminar, afirmó que “ese tipo de actos contradice los precedentes y la tradición de la Corte Suprema, y ha afectado el prestigio de la institución y de la elección misma”. “El pueblo de la Nación, a quienes nos debemos, espera de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, decisiones mesuradas, que brinden seguridad jurídica y seriedad a fin de proteger a los ciudadanos”, terminó.

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