Por el Ministerio de Economía viajaron el viceministro, Fernando Morra; el secretario de Hacienda, Raúl Rigo; y el subsecretario de Financiamiento, Ramiro Tosi. Además, estará Sergio Chodos, director por el Cono Sur ante el Fondo. Por el BCRA, en tanto, negociarán Jorge Carrera y Germán Feldman.
Tendrán la difícil tarea de negociar las bases de un acuerdo, de acercar posiciones con los técnicos del FMI, que permitan algún trazo grueso de una eventual Carta de Intención que establecerá el gobierno argentino, que le permita renegociar el pago de los 44.700 millones de dólares otorgados por el organismo entre 2018 y 2019.
En ese marco y en paralelo, se espera que para el 15 de este mes, se conozca el Plan Plurianual anunciado por Alberto la noche de las elecciones del 14 de noviembre.
El objetivo de Martín Guzmán, es arrancar el programa en 2022 con un déficit fiscal del 3,5% del PBI, pero se estima que el organismo pida en 2% para el primer año. Ahí la primera diferencia, no menor, que en el Gobierno explican, así lo hizo varias veces el propio ministro de Economía, se puede compensar con un mayor nivel de actividad y no con un ajuste del gasto.
El Gobierno cuentas las horas en la negociación con el FMI, con múltiples frentes internos
Donde sí se supone que puede haber mejor sintonía es en el tema de las tarifas, vía reducción de los subsidios, lo que definitivamente va a a impactar en los precios y por consiguiente en la inflación. Algunos analistas del sector estiman en un 3.4% del PBI el nivel de los subsidios a los servicios públicos. Pero en este punto también se ven diferencias de criterios al interior del propio gobierno y ni siquiera se ha podido avanzar en la segmentación de los subsidios, para cobrar de manera diferenciada, de acuerdo al nivel de ingresos.
En cuanto a la obra pública, el reclamo de los técnicos del organismo es reducir el déficit fiscal por vía de un recorte de la obra pública, algo que Guzmán ya ha manifestado no compartir.
En cuanto al tipo de cambio, otro de los ejes del acuerdo, el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, anticipó está semana ante los empresarios de la Unión Industrial Argentina (UIA) que no va a haber devaluación brusca y el FMI parece aceptar un plan para ir reduciendo la brecha de manera gradual.
El punto de la fecha para el comienzo de los pagos es, por ahora, un elemento sin acuerdo. El Fondo quiere comenzar a cobrar en 2024 y del lado argentino a pagar en 2026.
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