Stornelli avaló la denuncia de Cambiemos por el “observatorio contra la desinformación” y pidió citar a Miriam Lewin

Este jueves el fiscal federal Carlos Stornelli, basándose en la denuncia de legisladores de Juntos por el Cambio, promovió una investigación penal sobre la periodista y Defensora del Público Miriam Lewin en torno a la creación de Nodio, un observatorio de la desinformación y la violencia simbólica en medios y plataformas digitales. Al respecto pidió a la jueza María Capuchetti que cite a la funcionaria para prestar declaración indagatoria, planteando la posible comisión de los delitos de atentado a la libertad de prensa y persecución ideológica.

En el mismo sentido, el fiscal pidió se dicte una “medida cautelar” para prohibirle “la producción de cualquier acto administrativo y/o decisión y/o ejecución” por parte de la Defensoría Pública de Servicios de Comunicación Audiovisual “y/o cualquier otro organismo estatal, que pudiera tender a llevar adelante las actividades” del observatorio que, según alertó, podrían provocar “posibles o mayores efectos dañinos sobre el bien jurídico protegido e implicar, por tanto, un menoscabo irreparable al derecho de la libertad de expresión y a la libertad de prensa, constitucionalmente consagrados”.

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Según reproduce Infobae, el escrito de Stornelli sostiene que “una seria inquietud sobrevuela la Argentina, quizás una de las más peligrosas, aquella que se refiere a la amenaza a las libertades individuales. ¿Será que existen grupos cuyo perverso plan sea ese?”. Después de preguntarse si el objetivo oficial es imponer una “cuarentena mental”, añade: “Yo mismo he sido objeto de la mentira calumniosa, obscena, violenta y descarada. Jamás cuestionaría la libertad para hacerlo. Elijo siempre la libertad”.

Este martes diputados de Juntos por el Cambio habían denunciado al Observatorio Nodio y a Lewin, considerando que incurría en los delitos de “abuso de autoridad y violencia de los deberes de funcionario público”. Los legisladores consideran que la información sobre el proyecto es “es escasa y difusa”, pero aún así “suficiente para advertir los riesgos que esa comisaría del pensamiento lleva en germen, y en pocas horas han sobrado voces de reserva y repudio a esa creación oficial, no de la iniciativa ciudadanía”. “La sola creación de NODIO por parte de una agencia del Estado importa dictar órdenes o resoluciones contrarias a la Constitución Nacional”, remarcaron.

El dictamen de Stornelli reconoce que “nadie podrá discutir lo dañino que suelen ser muchas veces la propalación intencionada de noticias falsas o maliciosas tanto a nivel institucional como a nivel personal”, pero añade que con un proyecto como Nodio “el aparato estatal se estaría arrogando vía este famoso observatorio la potestad de definir o calificar qué noticia o expresión pública tendría o no tal alcance malicioso y más cuestionable aún sea rogaría la todopoderosa potestades desarticular las conforme el propio comunicado oficial o en otras palabras aplicarles censura”.

“El comportamiento aquí denunciado en cabeza de la titular del organismo en cuestión resulta sospechoso de haber incurrido por un lado en el tipo penal reprimido y contemplado en el artículo 248 del Código Penal en tanto con la creación del llamado no dio habría dictado resolución de sus órdenes contrarias a aquellas normas citadas algunas de rango constitucional otras receptadas por nuestra carta magna en jerarquía superior a las leyes y otras de orden local”, añade el texto del cuestionado fiscal.

Luego alerta sobre “la existencia de una posible maniobra alentadora o incitadora de persecución contra una persona o grupo de personas a causa de sus ideas políticas”. Y agrega: “¿Será que algún o algunos trasnochados nostálgicos del medioevo quieren avanzar sobre la libertad ambulatoria primero, la de expresión después y finalmente la de pensamiento? ¿Volveremos a los comisarios políticos y a los delatores jefes de manzana? ¿Se castigará la prensa especialmente libre otorgándosele la esclava patente del Corso? ¿No ha muerto la Mazorca?”.

Luego continúa preguntándose: “¿Ha mutado el virus del fascismo y en realidad no ha muerto? ¿Cuántas veces habrá de chocar contra la misma pared, permitir que se reedite la vergüenza en un círculo interminable que nos coloque siempre en el cuadro de honor del atraso? ¿Se dictará una cuarentena mental? ¿En alguna recóndita madriguera del aparato estatal estarán incubando cuestiones similares o incluso peores? Impedir que esta y cualesquiera otras de semejante osadía se naturalice, es en este momento responsabilidad suya y nuestra”.

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