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Tras la polémica con Kicillof, Máximo reapareció en Merlo: «Tengo un candidato a gobernador»

Tras el cruce con Axel Kicillof y en la previa de la reaparición de Cristina, Máximo Kirchner dijo presente en Merlo en un acto de apoyo a Gustavo Menéndez, quien va por la reelección en el distrito.

En el marco de la Feria del Libro de Merlo, el líder de La Cámpora participó de la presentación del libro «Independencia económica para la soberanía política, Discursos de Néstor Kirchner para interpretar la crisis económica en el pensamiento nacional y construir la alternativa soberana». Allí estuvo acompañado por Gustavo Menéndez, que busca la reelección como intendente, y Amira Curi, secretaria de juventud del PJ de la provincia de Buenos Aires.

En línea con el mensaje de los candidatos de Unión por la Patria, el hijo de la ex presidenta apuntó contra el ganador de las PASO, Javier Milei, y subrayó la importancia de defender las ideas «que tienen un ancla en la realidad y no en la fantasía».

En este sentido, advirtió sobre las elecciones generales que se aproximan: «Los argentinos no quieren más que poder tener una vida tranquilos y disfrutarla y están dispuestos a esforzarse por eso. Pero no lo vamos a lograr de la mano ni del odio, ni de aventuras que van a terminar mal. Nada bueno va a salir si gobierna la Argentina alguien cuya idea que domina su campaña es destruir al peronismo o al kirchnerismo», sostuvo.

Asimismo, dejó en claro tras las polémicas internas: «Tengo un candidato a presidente, Sergio Massa, tengo un candidato a gobernador, Axel Kicillof, y tengo un candidato a intendente que es el ‘Tano’ Menéndez. Esto es claro», expresó el diputado nacional.

Máximo vs. Axel: Las claves de una pelea que sigue acumulando capítulos

Días atrás, tras el congreso del PJ bonaerense en La Plata, Máximo Kirchner apuntó directo contra la frase del gobernador de «componer una nueva canción»: «Yo no me dedico a la música, soy militante y dirigente», señaló sarcástico. «Más allá de los pentagramas, hay que fijarse muy bien en la gestión de gobierno, eso es lo que importa para que no haya confusiones», cerró.

La disputa interna entre el hijo de la ex presidenta y el principal heredero político del kirchnerismo puede explicarse a partir desde la sola enunciación de la descripción de los contendientes. En este sentido, la lucha por la herencia legítima del matrimonio santacruceño data de un largo período entre los que se incluyen cruces por los cierres de listas y disputas de poderes dentro de la gobernación.

En 2021, el titular del PJ bonaerense intervino el Ejecutivo provincial con la incorporación de una serie de intendentes al gabinete tras la derrota del Frente de Todos en las primarias legislativas.

Durante todo 2022, desde distintas usinas vinculadas a Kirchner y a los intendentes del conurbano se empujó con insistencia el teorema «Axel para arriba», cuya idea era la de postular una candidatura presidencial de Kicillof con destino incierto para producir la vacante en la gobernación de la provincia.

En marzo de este año, en plena expectativa por el armado de las listas y la definición de las candidaturas, el hijo de la presidenta cuestionó por primera vez en público a Axel Kicillof y en su presencia. «No hay que bajar al territorio, compañero gobernador, hay que subir a los militantes a los lugares», disparó el líder de La Cámpora en un acto en la UTN de Avellaneda. «En el gobierno bonaerense somos todos militantes. Debe ser el gabinete más militante de la historia», le respondió Carlos Bianco, mano derecha de Kicillof.

Pocos meses después, a fines de junio, en la definición de las listas para las PASO, Máximo Kirchner, en su calidad de presidente del PJ bonaerense habilitó internas «innecesarias», según califican desde la gobernación, y trató de colocar a Martín Insaurralde, jefe de gabinete provincial e intendente de Lomas de Zamora en uso de licencia, como candidato a vice de Kicillof en lugar de Verónica Magario. La pulseada se mantuvo hasta la medianoche de aquel frenético día. Sin embargo, el gobernador no dio el brazo a torcer y las broncas quedaron flotando en el aire.

El problema de fondo, señalan, se esconde detrás de la pelea sobre quién conducirá al movimiento liderado por Cristina Kirchner después de las elecciones. Con la alta probabilidad de la oposición asuma en Casa Rosada, Máximo seguirá siendo uno de las figuras de mayor reconocimiento en la Cámara de Diputados, tras la confección de una lista que le garantiza el comando, y Axel Kicillof, si reelige, será el gobernador de la provincia más grande del país bajo una gestión nacional adversa.

Desde el peronismo señalan que probablemente, después de noviembre, Kicillof sea «el único que quede en pie» en gestión. Esa será la herramienta que lo condene o lo convierta en el nuevo conductor de un sector que se encuentra en pleno repliegue y que buscará, como señaló en su discurso, abandonar la propuesta nostálgica y promover una «nueva utopía».

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