Queja argentina ante el Reino Unido por nuevos ejercicios militares en Malvinas

La embajadora británica en la Argentina, Kirsty Hayes, recibió una «protesta» y el rechazo del Gobierno a la «intención» de ese país de «introducir nuevos actores militares» en las Islas Malvinas.

La Cancillería, a cargo de Santiago Cafiero informó esta mañana que la citación a Hayes se llevó a cabo el martes y de este modo también se hizo eco de a los «anuncios publicados en los medios respecto a que la pretendida asamblea de Kosovo habría decidido enviar a las Islas Malvinas hasta siete miembros de las Fuerzas de Seguridad (KBS) de Kosovo, en el marco de «una operación de apoyo a la paz de conformidad con un acuerdo suscripto con el Reino Unido sobre la incorporación de personal de las KBS en el ejército de infantería británico en Malvinas».

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Desde el Palacio San Martin citaron a la representante diplomática del Reino Unido «a fin de transmitirle el contundente rechazo del Gobierno argentino a la intención del Reino Unido de introducir nuevos actores militares en las Islas Malvinas, parte integrante del territorio argentino ilegítimamente ocupado por dicho país», según señala el comunicado.

También se informó que el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona, y el subsecretario de Política Exterior, Claudio Rozencwaig, hicieron entrega de una «nota formal de protesta» a la embajadora Hayes

Los funcionarios señalaron que la «iniciativa militar llevada adelante por el Reino Unido constituye una injustificada demostración de fuerza».

En esa línea, caracterizaron como un «deliberado apartamiento de los llamamientos de numerosas resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas y de otros foros internacionales que instan tanto a la Argentina como al Reino Unido a reanudar las negociaciones, a fin de encontrar una solución pacífica y definitiva a la disputa de soberanía que involucra a ambos países en la Cuestión de las Islas Malvinas».

En 1833 el Reino Unido usurpó el territorio de las Islas Malvinas y, más allá de la Resolución 2065 (XX) de las Naciones Unidas en 1965, los británicos se niegan a sentarse a discutir la «disputa de soberanía». Una posición que se intensificó tras la Guerra de 1982, con la lectura británica de haber ganado esa soberanía en el conflicto bélico.

En el marco de la citación, los funcionarios señalaron que la iniciativa «contraviene específicamente la Resolución 31/49 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que insta a ambas partes (la Argentina y el Reino Unido) a que se abstengan de adoptar decisiones unilaterales que entrañen la introducción de modificaciones en la situación mientras las Islas están atravesando el proceso de negociación recomendado por la misma Asamblea».

Carmona y Rozencwaig agregaron que la «presencia militar extra regional en las Islas se contrapone categóricamente con la permanente voluntad de la República Argentina de resolver la controversia por medios pacíficos, de conformidad con el derecho internacional y las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas».

Los funcionarios insistieron «una vez más la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, que forman parte integrante del territorio nacional de la República Argentina y, estando ilegítimamente ocupados por el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte».

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