Rosenkrantz reclamó independencia para el poder judicial

El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Rosenkrantz, habló del Poder Judicial en el marco de la inauguración de las XXV Jornadas Científicas de la Magistatura Argentina en el Centro Cultural Kirchner. Allí, en un extenso discurso, advirtió que “los jueces no solo deben ser independientes de intereses políticos, económicos y sectoriales sino también independientes del poder y de los poderosos”.

Sus palabras fueron escuchadas por el ministro de Justicia, Germán Garavano; el titular de la Federación Argentina de la Magistratura y la Función Judicial, Ariel Ariza; y el vicejefe de Gobierno porteño a cargo del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Diego Santilli. El representante de la CSJN indicó que “la democracia, la Constitución y la República defienden nuestro cometido institucional y, por consiguiente, nuestra virtud cardinal. El hecho de que nuestro cometido institucional sea claramente diferente al de los órganos políticos del Estado y que debamos aplicar las leyes y controlar la constitucionalidad de los actos de Gobierno determina que, en el panteón de las virtudes institucionales, deba figurar como dominante la virtud principal que nos permite juzgar con objetividad. Esa virtud es la independencia”.

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“Se ha dicho recientemente que los jueces hacen política y que por ello no tiene sentido exigirles ser independientes. Según esta manera de ver las cosas, la actividad judicial es la continuación de la política por otros medios. Y desde esta visión, dado que no hay una diferencia entre juzgar y hacer política, se formula una propuesta extrema y radicalizada: prescindir directamente del Poder Judicial y reemplazarlo por órganos políticos de representación popular”, declaró.

De acuerdo con su postura, ese tipo de propuestas atentan contra la democracia al ser “inconstitucionales e irrazonables”, ya que “marchan en contra de nuestra historia y el desarrollo de nuestras instituciones”. Luego, agregó que hay sectores del poder politico que “desconocen que la democracia constitucional y republicana en la que a algunos les toca hacer las leyes y a otros aplicarlas es el modo que los argentinos hemos adoptado, después de experiencias históricas traumáticas, para hacer posible el auto-gobierno colectivo y la vida en común. La democracia constitucional y republicana exige distinguir entre juzgar y militar, entre aplicar el derecho y hacer política”.

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