Desde todo el arco político se repudió unánimemente el escrache que durante el fin de semana sufrió el juez de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti cuando manifestantes protestaron frente a su casa en la localidad santafecina de Rafaela como presión para que el Máximo Tribunal se pronuncie este martes contra la remoción de los jueces Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Germán Castelli.
El repudio a las presiones sobre la Justicia fue unánime, con condenas tanto desde el oficialismo como desde la oposición, comenzando por el propio ex presidente Mauricio Macri. La ministra de Justicia de la Nación Marcela Losardo se solidarizó con el magistrado desde sus redes sociales y reafirmó el compromiso del Gobierno “por una justicia independiente”, lo mismo que su viceministro Juan Martín Mena, quien consideró que no deben tolerarse este tipo de que son “aprietes e intimidaciones” a la que calificó como “inadmisibles”. “La marcha al domicilio de Lorenzetti constituye un hecho de enorme gravedad”, sostuvo Mena, quien añadió que se trata de prácticas que “buscan generar hechos de violencia”.
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En el mismo sentido se pronunció Santiago Cafiero desde su cuenta de Twitter, afirmando que “los argentinos y argentinas necesitamos que las instituciones de la democracia trabajen libre de presiones”. También el ministro del Interior Eduardo “Wado” de Pedro responsabilizó a la oposición y consideró que “hay momentos donde todos debemos poner un límite: el resto a la convivencia democrática y sus instituciones”. Luego añadió: “La protesta en la vivienda particular de un ministro de la Corte Suprema, donde vive con su familia, motorizada por el macrismo, es un hecho de extrema gravedad”. El ministro pidió “a todos los sectores democrácticos de nuestra sociedad» que “acompañen ese límite y se pronuncien ante este hecho que merece un unánime y contundente repudio”.
La posición del ex presidente Macri, a última hora del domingo, consideró que “la Corte debe fallar conforme a derecho, sin presiones de ninguna índole”. “No es bueno para la República afectar la tranquilidad de los jueces Rosenkrantz, Lorenzetti, Highton, Maqueda y Rosatti. Tenemos que respetar a la Justicia y dejarla actuar”, añadió. También el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta repudió el escrache y se solidarizó con Lorenzetti y su familia, llamando a “trabajar, siempre, por una Justicia independiente”.
Alfredo Cornejo, presidente de la Unión Cívica Radical, se sumó al cuestionamiento de la metodología del escrache: “Ya sean jueces u otras personas públicas, no son métodos democrácticos”. Lo mismo hizo el ex ministro de Justicia Germán Garavano, quien sostuvo que la Corte Suprema “debe fallar con independencia, sin reclamos ni presiones a sus miembros”.
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